Viniterraneus acaba de abrir sus puertas y ya asoman por la carpa del Recinto Ferial de Ibiza los primeros visitantes. El organizador del evento y propietario de Enotecum, Javier Escandell, espera que entre las 11.30 y las 19 horas pasen por allí unas «2.500 personas», la gran mayoría profesionales de la restauración y la hostelería. «Hemos ampliado el horario para evitar congestiones», explica.
Después de tres años sin celebrarse debido a la pandemia, Viniterraneus ha regresado con fuerza. «Este año tenemos más de 160 bodegas y unos 1.200 vinos, cerca de un 40% más que en 2019. Están representados todos los países vinícolas, pero sobre todo España, Francia e Italia», afirma.
El propietario de Enotecum está muy satisfecho con la evolución de «uno de los principales showrooms privados de vinos de España», que va por su decimonovena edición, alternando su sede entre Ibiza y Formentera. «Empezamos en 2001 en el Hotel Los Molinos con unas 40 bodegas y 300 vinos y mira ahora», comenta mientras señala con las manos el espacio que ocupa la feria.
Hay tanta oferta y tan variada reunida en apenas 1.750 m2 que se hace difícil escoger por dónde empezar este viaje a través del mundo del vino que propone Enotecum. Precisamente «la diversidad» es uno de los puntos fuertes de Viniterraneus para José Luis Murciano. «Esta feria tiene un perfil muy interesante porque no está enfocada en un solo producto y da cabida tanto a proyectos grandes como pequeños», resalta el enólogo de Bodegas Bruno Murciano, un proyecto familiar que nació hace doce años en Caudete de las Fuentes, en la comarca de Requena-Utiel, en Valencia. «Nuestra filosofía es la de recuperar las variedades autóctonas arraigadas en el terreno. Mayoritariamente trabajamos con bobal», señala antes de mostrar su trilogía de vinos de esta variedad de uva tinta, ‘Cambio de tercio’, ‘El sueño’ y ‘La Bruna’.
Bruno Murciano es un habitual de Viniterraneus como también lo es el grupo Álvaro Palacios (Palacio Remondo, Álvaro Palacios y Descendientes de J. Palacios), que elabora vinos en tres de las principales regiones vitivinícolas de España: La Rioja, el Priorat y El Bierzo. «Hemos estado en este encuentro de Enotecum cuatro o cinco veces desde sus inicios», asegura Oriol Castells, técnico del grupo. «Es un showroom fantástico porque te permite estar cara a cara tanto con el consumidor final como con los profesionales de la restauración y explicarles tus proyectos de tú a tú», valora. «Hemos traído trece referencias. Entre las más especiales están ‘Quiñón de Valmira’, el máximo exponente de la garnacha en La Rioja, y ‘Les Aubaguetes’, uno de los vinos top del Priorat», subraya.
Por los dos estands del grupo Álvaro Palacios acaban de pasar Romina y María. La primera visita la feria por temas profesionales, tiene un negocio de catering, la segunda se ha apuntado a la cita por placer. Las dos amigas son una auténticas enófilas. «Esto es el Disneyland de los amantes del vino», afirma Romina, que ve en el evento de Enotecum una oportunidad única para descubrir vinos. «Hay que ser estratega y seleccionar bien porque nosotras no escupimos el vino después de degustarlo», comentan entre risas, antes de echar un vistazo a la zona gastronómica, en la que se ha instalado un pequeño restaurante para clientes y expositores.
De los 90 puestos que hay en la carpa, más de una veintena son nuevos, entre ellos, el de Dominio de Calogía. «Ésta es la primera cosecha que sale al mercado, es de 2019, una añada que fue considerada de las cinco mejores de la historia de la comarca Ribera del Duero», explica José Manuel Pérez, propietario y enólogo de esta bodega boutique ubicada en Roa de Duero. «Dominio de Calogía es mi proyecto personal y el de mi mujer, Silvia Ortega. Apostamos por un Ribera de Duero profundo, longevo. Es un vino que va a ganar más en botella y que es 100% de viñedo propio», explica. Pérez alaba también Viniterraneus: «Es una iniciativa brillante que te permite en un día catar la gran diversidad enológica nacional e internacional».
Para Juan Ignacio Domènech también es su primer año en la feria pitiusa. «Es digna de admirar la capacidad de convocatoria que tiene Viniterraneus. Aquí están las mejores bodegas de nuestro país», comenta el propietario de Vinyes Domènech, una bodega fundada en 2002 ubicada en el Priorat, dentro de la Denominación de Origen Montsant. Entre las novedades que presenta en Ibiza, destaca ‘Teixar’, «el primer y único vino de la DO Montsant que tiene el reconocimiento de Vino de finca».
Una de las propuestas internacionales que ha acudido al encuentro de Enotecum es ‘Rumor’, un vino rosado de alta calidad elaborado en la zona vinícola de la Côtes de Provence. Aunque la bodega está en Francia el propietario es americano, Barry Bayat. Reside en Nueva York pero eso no ha sido impedimento para que esté hoy (por ayer) en Ibiza. De hecho se pasa la vida viajando para presentar en persona a su «bebé», el proyecto vinícola que creó en 2019, después de dejar el mundo de las finanzas.
Las bodegas de la tierra
Entre los profesionales de la restauración que acaban de llegar a la feria está Joaquín Domínguez, propietario de un restaurante en la Mola, en Formentera. «He venido varias ediciones. Es una feria que está muy bien montada», comenta.
De la Mola también es la bodega Terramoll, fundada en el año 2000. «Cava vez más gente es consciente de que se hace vino en Formentera», señala José Abalde, enólogo de Terramoll. Lleva unos cuantos años acudiendo al showroom de Enotecum. Sobre la mesa están desplegadas las seis referencias de la bodega. Abalde destaca, como novedad, ‘Terramoll natural’, un vino sin sulfitos «Aunque todos nuestros vinos son ecológicos este tiene la particularidad de que está elaborado con la mínima intervención en bodega».
En la misma hilera de estands está Ibizkus, que presenta en esta edición sus vinos de alta gama, los ‘Totem’. «Tenemos un tinto, un blanco y dos rosados, elaborados con uvas de viñas que proceden de una única parcela o de pie franco», destaca Henrik Smith, director de marketing y ventas de esta bodega fundada en 2007 en Ibiza. A su lado está Toni Marí, el viticultor de Xumeu Vinya, una bodega de Sant Josep, ubicada entre es Cubells y Cala d’Hort, que nació en 2016. Se dedica en exclusiva a los vinos espumosos. «Tenemos dos líneas, una es la de ‘Brut Rosé’, elaborada por el método tradicional de segunda fermentación en botella, y otra más desenfadada, la de ‘Xumeu Vinya Ancestral’», explica. Está muy contento con la aceptación que están teniendo sus productos. De hecho, Javier Escandell vaticina que «los espumosos de Ibiza serán los productos estrella en los próximos años». El organizador de Viniterraneus lo comenta tras alabar la calidad del producto autóctono. «Actualmente la calidad de los vinos de Ibiza está al nivel de la de los que se producen en reconocidas regiones vitivinícolas de España», afirma sin sombra de duda.
Fuente: https://www.diariodeibiza.es/ibiza/2022/03/25/viniterraneus-disneyland-amantes-vino-ibiza-64247731.html