Los organizadores esperan reunir a unas 4.000 personas el viernes de 11 a 22 horas en la carpa del recinto ferial de Eivissa
Unas 150 bodegas, el 80 por ciento de ellas del ámbito nacional, participan el viernes en la quinta edición del salón del vino y el Mediterráneo, Viniterraneus, que tiene entre sus novedades la presencia de expositores procedentes de zonas donde la producción de vino es minoritaria aunque de alta calidad como Madrid o Extremadura.
El encuentro, que se celebra cada dos años y está organizado por el comercio Enotecum, se desarrollará en la carpa del recinto ferial de Eivissa entre las 11 y las 22 horas de forma ininterrumpida. Los organizadores recomiendan «dar un paseo por todos los expositores e intentar hacer una selección de los vinos a probar» para después «establecer un orden de degustación empezando por vinos espumosos y blancos y seguir con rosados y tintos de crianza».
Entre las bodegas españolas que participan en esta nueva edición se encuentran las de Eivissa y Formentera, Rías Baixas, Txacolí, Penedés, Ribeiro, Rioja, Somontano, Cariñena, Jerez y Rueda. A ellas se sumarán otras «más pequeñas y desconocidas pero con un nivel de calidad alto» como las de Extremadura o Madrid, puntualizó el gerente de Enotecum, Javier Escandell. Del ámbito internacional, que según Escandell tendrá «mucha presencia», habrá representación de vinos de Francia, Italia, Marruecos, Chile, Argentina, Suiza, Portugal, Nueva Zelanda y Sudáfrica, entre otros.
4.000 personas
«El vino es un producto que cada año es diferente», subrayó el gerente de Enotecum, quien apuntó que este año esperan la asistencia de alrededor de 4.000 personas al certamen, un millar más de las que recibió en la edición de 2007. «Es una oportunidad única para gente aficionada y profesional. Para el profesional, por conocer cómo está el mercado actual del vino. Para el aficionado es un día en el que aprender muchas cosas», sostuvo Escandell. El organizador recordó que uno de los principales atractivos del encuentro es que las personas que sirven los vinos «son quienes realmente lo han elaborado», lo que permite transmitir a los visitantes «anécdotas, historias y características que nadie más conoce».
Para poder asistir a la feria hay que comprar una entrada cuyo precio es de diez euros -cinco si se adquiere con antelación- con la que se puede acceder a todos los expositores a probar los vinos. Asimismo, habrá un menú degustación en el restaurante, que permanecerá abierto desde el mediodía hasta las 21,30 horas, por un coste de 18 euros. En esta nueva edición, Viniterraneus compartirá el recinto ferial con la Fira d´Alimentació i Hostaleria.